viernes, 27 de febrero de 2009

Elchat Del

En un salto, ella abrió sus piernas amarrándose a las caderas de Luis con los muslos y a su nuca con ambas manos y subiendo aún más colocó la cara de él a la altura de sus pechos apretándolos contra la misma, cosa que a Luis le hacía volverse lo suficientemente loco como para sostenerla con una sola mano en el trasero para poder emplear la otra en acariciar los pechos de ella sobre el sujetador. El hombre que estaba detrás me sigue cojiendo hasta que siento su leche bien caliente volcarse en mi concha, a la vez que trago el primer trago de leche de esa tarde. Son conversaciones que van dejando poso, que nos van haciendo que nos conozcamos mejor, que nos calientan y que inexorablemente nos llevan al sexo. Ella me dijo que no sabía cómo comenzar a contarme que era algo vergonzoso, y con mas intriga le dije que no había problema que de mi boca no salía nada, ella indecisa empezó a contarme que su marido era un borracho que llegaba tardísimo en la noche, muy mal y que ella lo esperaba con ansias para hacer el amor, porque tenía ya tiempo sin hacerlo que hasta temía porque pensaba que se le había olvidado.

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